El desafío
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 está dirigido a garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.
Los sistemas energéticos son el motor del desarrollo económico y social. Habida cuenta de que el sector energético genera alrededor de tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, es imprescindible una descarbonización rápida para lograr que las emisiones netas sean iguales a cero de aquí a 2050.
Debemos superar nuestra adicción a los combustibles fósiles contaminantes y abrazar un futuro más limpio y ecológico.
La capacidad total instalada de energías renovables a nivel mundial y su nivel de contribución a la red eléctrica han aumentado en los dos últimos decenios. En la actualidad, alrededor del 30 % de la electricidad generada en el mundo es de origen renovable. En 2023, el mundo añadió casi 510 gigavatios a la capacidad de producción de energía renovable, lo que supone un aumento de cerca del 50 % respecto al año anterior. Se trata de la tasa de crecimiento más rápida de las dos últimas décadas.
Pero debemos avanzar más deprisa.
Ahora bien, para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero se necesitarán ingentes recursos hídricos, que se encuentran sometidos a una presión cada vez mayor.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha puesto de relieve las necesidades de agua dulce asociadas a la mayoría de las medidas encaminadas al secuestro y la reducción de las emisiones. Tales necesidades deben comprenderse y abordarse de un modo social y políticamente aceptable para reducir la intensidad del uso del agua y, al mismo tiempo, potenciar las sinergias con el desarrollo sostenible.
La respuesta
Los fenómenos hidrológicos y meteorológicos afectan a la generación de energía y a la planificación de las operaciones en ese sector. Los sistemas energéticos están cada vez más expuestos a las fluctuaciones del tiempo y el clima, lo que repercute tanto en la seguridad energética como en la demanda de energía.
Por consiguiente, los encargados de la formulación de políticas, los responsables de la planificación energética y los operadores de las redes de suministro necesitan datos y análisis exhaustivos para asegurar la resiliencia de los sistemas energéticos frente a las perturbaciones climáticas y para fundamentar las medidas destinadas a aumentar la eficiencia energética. Los servicios climáticos proporcionan información útil para la elección de emplazamientos, la evaluación y el mantenimiento de los recursos, y la optimización de los sistemas energéticos.
La comunidad de la OMM está reforzando sus actividades y alianzas con vistas a proporcionar información y servicios especializados que apoyen la transición a las energías renovables. Para ello se tiene en cuenta la influencia del tiempo y el clima en la capacidad operativa y la eficiencia de los sistemas eólicos, solares e hidroeléctricos.
Estudios de casos
En el informe de la OMM sobre el estado de los servicios climáticos en 2022, dedicado a la energía, se establece una hoja de ruta para alcanzar los objetivos. El informe contiene también una serie de estudios de casos que han dado buenos resultados, entre los que cabe citar:
- Francia: La entidad gestora de la red de transporte de electricidad de Francia, Réseau de Transport d’Électricité (RTE), utiliza la información climática y los modelos de conversión de energía para calcular la demanda de electricidad y el modo de satisfacerla con distintos medios de generación, en particular mediante el uso de fuentes renovables, en sus estudios prospectivos a largo plazo.
- China: Un sistema de alerta temprana destinado a hacer frente a los riesgos para la vida humana, garantizar la estabilidad energética y proteger los activos de las empresas utiliza una plataforma en línea para emitir avisos y recomendaciones sobre los fenómenos meteorológicos que planteen riesgos para el funcionamiento de los parques eólicos marinos.
- Egipto: El Gobierno de Egipto, con el apoyo del Grupo de Observaciones de la Tierra, ha elaborado un atlas solar que está utilizando para planificar la explotación eficaz de la energía solar y las futuras inversiones nacionales en ese ámbito.
- Etiopía: El empleo de predicciones para gestionar las actividades hidroeléctricas produce beneficios decenales acumulados que oscilan entre los 1 000 y los 6 500 millones de dólares de los Estados Unidos, en comparación con un enfoque climatológico (sin predicciones).
- Tayikistán: El análisis de datos hidrometeorológicos contribuye a la resiliencia climática de las actividades hidroeléctricas y reduce la vulnerabilidad al cambio climático.
- Estados Unidos de América: El uso de predicciones del flujo fluvial aumenta la producción de energía de las principales presas hidroeléctricas del río Columbia en su paso por el país en 5,5 TWh/año, lo que supone un aumento medio de los ingresos anuales de aproximadamente 153 millones de dólares.