En 1993, los arquitectos Rino Brodbeck y Jacques Roulet presentaron el proyecto “Chic Planète” al concurso público de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para el diseño de una nueva sede. Se vieron limitados por cuestiones presupuestarias, por el terreno (el emplazamiento se encuentra en una franja angosta circundada por calles y vías de ferrocarril, entre otras estructuras) y por la necesidad de crear un entorno laboral eficiente que ahorrara energía y que satisficiera las necesidades del personal.
Sede de la Organización Meteorológica Mundial en Ginebra (Suiza)
Adobe Stock/Oliver de la Haye
Los principales materiales utilizados en el edificio son aluminio, vidrio, piedra y hormigón, que concilian de forma delicada el máximo grado posible de penetración de la luz y un rendimiento térmico óptimo. El edificio dispone de su propio generador de electricidad a gas, por lo que puede desconectarse de la red nacional durante los períodos diarios de mayor demanda, cuando el precio de la electricidad es más elevado. Cuenta asimismo con pozos canadienses, construidos en los cimientos del estacionamiento y conectados con todas las plantas a través de la infraestructura de apoyo del edificio principal. Este sistema succiona aire frío que se eleva a medida que se calienta. Este proceso natural de transferencia de calor mantiene el edificio a una temperatura óptima constante de entre 20 y 26 °C.
La incorporación de un sistema de ventilación de doble flujo en los pilares de apoyo del edificio resulta rentable y agradable desde el punto de vista estético, dado que elimina la necesidad de instalar falsos techos y no menoscaba la integridad de la estructura en su conjunto. Los dobles suelos de la planta baja también mejoran la acústica. El ahorro fruto de la ausencia de falsos techos y suelos facilitó la creación de una innovadora doble fachada, una capa protectora que rodea el núcleo del edificio. Esta doble fachada funciona como un conducto térmico que aísla el edificio de las variaciones de las condiciones meteorológicas de montaña. Permite lograr un complejo equilibrio entre la necesidad de calor y de luz.
Mediante el uso de técnicas innovadoras y tradicionales de conservación energética, la elegante estructura del edificio de la OMM es un fiel testimonio del compromiso de la Organización con la protección del medioambiente y el uso eficiente y racional de la energía. Está concebida para mejorar el entorno de trabajo gracias a sus modernas instalaciones.
– G.O.P. Obasi, Secretario General de la OMM (1984-2003)
El diseño del edificio es una síntesis orgánica entre el interior y el exterior, entre el contexto y la función. Debido a las estrictas limitaciones impuestas por el emplazamiento, el edificio tuvo que orientarse de este a oeste, lo cual deja expuestas las fachadas a los penetrantes vientos fríos de montaña provenientes del norte y a todo el resplandor del sol que baña la cara sur. En consecuencia, las ventanas de la capa exterior que dan al norte se mantienen permanentemente cerradas para propiciar el aislamiento.
En cambio, la fachada sur está conformada por paneles que pueden abrirse y cerrarse. La totalidad de la fachada cuenta con un recubrimiento especial destinado a reducir la absorción de rayos ultravioletas y, en la cara sur, el vidrio está reforzado para que proporcione un 40 % más de sombra. El diseño de la fachada, combinado con los materiales empleados, permite que solo un 17 % del calor solar penetre al interior. Todas las ventanas interiores pueden abrirse, de modo que cada oficina puede adaptarse a las preferencias individuales del personal.
Además, la doble capa dota al edificio de un eficaz sistema de ventilación que complementa la labor de los pozos canadienses. El sistema incorpora un ventilador automático nocturno que funciona durante los calurosos meses estivales. Durante las horas más frescas del día (entre la medianoche y el amanecer), el sistema succiona aire frío del subsuelo a través de las escaleras de emergencia ubicadas en el centro del edificio y lo libera en cada planta por medio de respiraderos que se abren automáticamente. Esta circulación del aire permite que se refresquen todos los espacios de trabajo a tiempo para empezar la labor en la mañana.
Una de las innovaciones de la arquitectura “modernista” del edificio fue el ingenioso manejo de la luz natural, que baña el interior y, posteriormente, se refleja en los amplios muros de color gris claro de la parte central del edificio. Las paredes internas de las oficinas son de vidrio, lo cual reduce el uso de la molesta luz artificial. El sistema de iluminación funciona mediante una serie de sensores que reaccionan al movimiento en un determinado espacio; la asignación energética se ajusta aún más para tener en cuenta la luz natural disponible, con lo que se consigue una iluminación continua y equilibrada a un costo menor. Los sensores son automáticos, y las bombillas, de bajo consumo.
El edificio es a la vez pragmático y emblemático: se trata de un logro de la alta tecnología en la adaptación al terreno a partir de la creatividad científica, y de un símbolo del compromiso de la OMM con la protección del medioambiente y el uso eficiente y racional de la energía.
Centro de conferencias
El centro de conferencias de la OMM forma parte del edificio de la Secretaría.
Servicios de Conferencias (CNF) es la división de la OMM encargada de proporcionar un apoyo logístico completo gracias a la tecnología más avanzada.
Los Miembros de la Organización utilizan las instalaciones totalmente equipadas para las reuniones de los órganos integrantes, talleres y conferencias. En el centro de conferencias de la OMM también se organizan reuniones de otros organismos de las Naciones Unidas.
La sala de conferencias principal, la Sala Obasi, puede albergar 270 participantes y cuenta con nueve cabinas de interpretación. En la Sala B se dispone de un auditorio con capacidad para 60 personas, que además está dotado de seis cabinas de interpretación para la celebración de reuniones presenciales. La Sala C1, que está distribuida en forma de doble U, puede acoger hasta 110 participantes y cuenta con seis cabinas de interpretación. La Sala C2 está estructurada en torno a una mesa y tiene capacidad para albergar 35 participantes y 15 observadores, además de estar equipada con una cabina de interpretación para la celebración de reuniones presenciales. La sala de prensa presenta una distribución en forma de U, puede acoger a 22 participantes y 18 observadores y cuenta con cuatro cabinas de interpretación.
Todas las salas de reuniones ofrecen acceso a Internet por Wi-Fi.
Su decoración moderna y elegante a base de materiales naturales, así como el cuidadoso uso de la luz natural que puede apreciarse en todas ellas, ofrecen a los delegados un agradable entorno en el que trabajar e interactuar.
Si desea obtener más información sobre el centro de conferencias de la OMM, sírvase enviar un correo electrónico a la dirección cnf@wmo.int.