La Organización Meteorológica Mundial destaca el valor de los servicios climáticos como puntal de la acción para el clima
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07 de noviembre de 2024
Los efectos del cambio climático no dejan de intensificarse, y por ese motivo los servicios climáticos —que fomentan la mitigación y la adaptación y potencian la resiliencia— nunca habían sido tan necesarios como ahora. En los últimos cinco años se ha avanzado en el suministro de ese tipo de información climática en apoyo de los procesos decisorios, pero siguen existiendo grandes carencias y se requiere mucha más inversión para poder atender las necesidades en la materia, según se apunta en un nuevo informe emblemático elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) donde se compilan aportaciones de varios organismos.
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Según los datos del informe sobre el estado de los servicios climáticos, en 2024 un tercio de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) prestaron servicios climáticos "esenciales", y casi un tercio, servicios "avanzados" o "completos". En la publicación se afirma que son los países de Asia y África los que más han incrementado su capacidad de prestación de ese tipo de servicios gracias a la financiación destinada específicamente a fines de adaptación.
"En nuestro camino hacia el desarrollo sostenible, debemos esforzarnos más para convertir la climatología y la información climática en servicios prácticos, potenciar la accesibilidad de los servicios climáticos y lograr que estos se utilicen de forma más eficaz", declara la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.
"En una coyuntura de retos medioambientales sin precedentes, nunca antes había sido tan crucial elaborar, difundir y utilizar la información climática para facilitar la adopción de medidas relacionadas con el clima", afirma la profesora Saulo.
El año 2023 fue el más cálido registrado hasta la fecha, y el calor se ha mantenido en cotas sin precedentes en 2024. Además, muchos fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes e intensos. En este contexto, la cantidad de víctimas mortales notificadas atribuibles al tiempo y al clima no deja de reducirse gracias a la mejora de las alertas tempranas y la gestión de los riesgos de desastre, pero las pérdidas económicas aumentan.
Entre 2020 y mediados de 2024, las crecidas siguieron siendo el desastre notificado con mayor frecuencia. Sin embargo, los riesgos relacionados con el calor se convirtieron en la primera causa de mortalidad, al ocasionar el 57 % de todas las muertes vinculadas con el tiempo, el agua y el clima en todo el mundo. Las tormentas causaron las pérdidas económicas más cuantiosas, al contribuir al 59 % del total de las pérdidas, según datos de la Base de Datos Internacional sobre Desastres EM-DAT citados en el informe.
Climate Extremes (2020-2024)
EM-DAT
De los 63 000 millones de dólares de los Estados Unidos dedicados a adaptación climática, casi un tercio se destina a inversiones fundamentadas en datos climáticos, y una pequeña parte (estimada entre 4 000 y 5 000 millones de dólares) se dedica específicamente a servicios climáticos y actividades de alerta temprana, según se apunta en el informe.
Pero a pesar del aumento global observado, en el informe se señala que la inversión continuada no siempre contribuye al perfeccionamiento de las capacidades de los SMHN, si bien la labor de estas organizaciones es esencial para propiciar la acción climática a escala nacional y local mediante la prestación de servicios de información climática. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, los servicios de alerta temprana son cada vez más necesarios para poder encarar peligros como los incendios forestales y las sequías.
"Tenemos que realizar las inversiones necesarias para lograr un futuro sostenible. El costo de la inacción supera con creces el costo de la acción. Por ese motivo es esencial redoblar el apoyo dado a los SMHN para que puedan comprender mejor el sistema Tierra y sus cambios, prestar servicios climáticos adecuados a los fines previstos en apoyo de los procesos decisorios y concebir sistemas de alerta temprana para proteger a las comunidades de los crecientes peligros naturales", explica Celeste Saulo.
Desde hace cinco años, la OMM publica informes anuales sobre el estado de los servicios climáticos. Así, da respuesta a la petición de la Conferencia de las Partes (CP) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de disponer de más información sobre las necesidades de adaptación y de ayudar a definir los pasos necesarios para abordar las carencias y necesidades en materia de servicios climáticos, con el fin de orientar las inversiones y potenciar su eficacia. Todas las inversiones en acción climática deben fundamentarse en datos climáticos, de modo que sean prospectivas, porque ahora el pasado ya no es indicativo del futuro.
En la última edición del informe se analiza la situación actual y también se documentan los avances realizados en los últimos cinco años. Se incluyen análisis y ejemplos para reseñar el modo en que países concretos, como Seychelles, Mauricio, la República Democrática Popular Lao e Irlanda, han logrado desarrollar y utilizar servicios climáticos para obtener todo un abanico de beneficios socioeconómicos y promover la acción para el clima.
El informe se basa en contribuciones de 38 asociados, incluidas las principales instituciones de financiación climática —como el Fondo Verde para el Clima, el Fondo de Adaptación y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, todos ellos asociados fundadores de la serie de informes— y la Secretaría de la CMNUCC. La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) ha colaborado estrechamente con la OMM en la elaboración de la sección sobre inversiones de la edición de este año.
La OMM presentará el informe sobre el estado de los servicios climáticos en 2024 en el marco del 29º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 29) en la CMNUCC que se celebrará en Bakú (Azerbaiyán). La publicación complementa el informe sobre la brecha de adaptación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), publicado también el 7 de noviembre.