Da comienzo una gran conferencia internacional para promover la resiliencia ante la sequía
El cambio climático sigue exacerbando el riesgo de sequía en todo el mundo. En esa coyuntura, se ha organizado una gran conferencia internacional en la que se procurará incrementar la resiliencia ante uno de los peligros más mortíferos del planeta, que con frecuencia solo suscita la atención necesaria cuando ya es demasiado tarde.
- La sequía es uno de los peligros climáticos más mortíferos.
- Se necesitan sistemas de gestión de la sequía más integrados.
- Falta voluntad política y debe potenciarse la formulación y la aplicación de políticas en materia de sequía.
- Aumentar la resiliencia frente a la sequía incumbe al conjunto de la sociedad.
- Las medidas contra la sequía son consustanciales a la iniciativa Alertas Tempranas para Todos.
Expertos, encargados de la formulación de políticas y profesionales se congregarán en la sede de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en el marco de la conferencia Resiliencia ante la Sequía +10, un nombre que evoca el decenio transcurrido desde que se celebró la Reunión de Alto Nivel sobre las Políticas Nacionales relativas a la Sequía.
La conferencia brindará a partes interesadas de todo el mundo la oportunidad de reflexionar sobre un decenio de avances en la preparación frente a la sequía y las correspondientes medidas de respuesta y adaptación, así como de analizar nuevas formas de convertir los conocimientos en soluciones prácticas que puedan ayudar a los países a ser más resilientes ante la sequía.
"Las sequías son un peligro de índole climática insidioso y funesto: además de socavar la seguridad alimentaria de las personas, son una de las principales causas de desplazamientos internos en los países más afectados. Pueden acarrear efectos devastadores para el medioambiente y las economías y revertir los avances logrados en materia de desarrollo sostenible", declaró Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM.
"Necesitamos soluciones sostenibles, basadas en conocimientos científicos y políticas adaptadas que promuevan prácticas y políticas de gestión integrada de las sequías. Tenemos los conocimientos y las herramientas, pero con demasiada frecuencia carecemos de la voluntad política y la inversión financiera necesarias para construir sociedades resilientes a la sequía", afirmó Celeste Saulo.
La conferencia se centrará en los crecientes riesgos relacionados con la sequía que plantean el cambio climático y el aumento de las vulnerabilidades estructurales en muchas sociedades. En ella se estudiará cómo acelerar la transición de los actuales planteamientos reactivos —adoptados en respuesta a episodios de crisis— a otros más proactivos, que aprovechen los servicios climáticos, como los pronósticos estacionales, y se sirvan de los instrumentos que permiten una acción anticipatoria, en especial los mecanismos de financiación innovadores.
En la conferencia se examinarán los avances en materia de pronóstico y monitoreo de la sequía y se debatirán estrategias encaminadas, por un lado, a reforzar el monitoreo de la sequía en pro de la seguridad alimentaria y la salud en el contexto de las alertas tempranas y, por otro, a integrar la esfera de las políticas en la iniciativa internacional Alertas Tempranas para Todos. Se hará especial hincapié en los estudios de casos y las medidas lideradas por la comunidad.
También se examinarán los avances científicos y en materia de formulación de políticas, en particular los progresos en los ámbitos de la tecnología satelital y las herramientas de inteligencia artificial, que aportan nuevas perspectivas a las esferas del pronóstico, el monitoreo y la evaluación de los impactos.
La sequía no es un fenómeno nuevo, e históricamente ha sido fruto de la variabilidad climática natural. Sin embargo, el cambio climático está intensificando el ciclo del agua, y ello potenciará las precipitaciones, con las consiguientes inundaciones, y exacerbará la sequía en muchas regiones, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Los cambios en el uso de la tierra y la cubierta terrestre agravan el problema.
"Sin tierras sanas no puede haber economías prósperas. Debemos reconocer sin demora que, en nuestro afán por dar respuesta al cambio climático y la sequía, los sistemas terrestres y naturales están de nuestro lado y, por tanto, debemos aprovecharlos para gestionar la sequía de forma integrada y proactiva. La conferencia Resiliencia ante la Sequía +10 es una oportunidad crucial para intercambiar conocimientos e impulsar el 16º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 16) en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), que tendrá lugar en Riad (Arabia Saudita) del 2 al 13 de diciembre", señaló la Secretaria Ejecutiva Adjunta de la CNULD, Andrea Meza.
Estado del clima
Entre 1970 y 2019, la sequía causó aproximadamente 650 000 víctimas mortales declaradas. La pobreza y el mal uso de la tierra pueden aumentar la vulnerabilidad a la sequía e intensificar sus efectos, según el Atlas de la OMM sobre mortalidad y pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos.
En África, entre 1970 y 2021 se notificaron 1 839 desastres atribuidos a episodios meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos. Esos desastres causaron 733 585 víctimas mortales declaradas y 43 000 millones de dólares de los Estados Unidos en pérdidas económicas. Las sequías fueron la causa del 95 % de las muertes declaradas.
En los informes de la OMM sobre el estado del clima se documenta la incidencia de la sequía y se informa sobre sus consecuencias.
Por ejemplo, un episodio prolongado de La Niña provocó que, en cinco estaciones de las lluvias consecutivas, las precipitaciones fueran escasas en el Cuerno de África. Ello desencadenó una grave crisis humanitaria, de seguridad alimentaria y de desplazamientos en Etiopía, Kenya y Somalia en 2023.
Con la transición de La Niña a El Niño en 2023/2024, las naciones del sur de África pasaron a ser las principales damnificadas por la crisis debida a la sequía, en particular países como Zimbabwe, Zambia y Malawi.
Mayor resiliencia a la sequía
A pesar de las dificultades, se ha avanzado en la gestión integrada de las sequías.
El Programa de Gestión Integrada de Sequías (IDMP) es una iniciativa conjunta de la OMM y la Asociación Mundial para el Agua (GWP) que colabora con más de 45 asociados para apoyar a países y estados, proporcionándoles orientación en materia de políticas y gestión para hacer frente a las sequías.
En ese marco, los diversos éxitos cosechados ponen de relieve la importancia de contar con políticas sólidas de gestión de la sequía y de disponer de sistemas de alerta temprana. Evidencian, asimismo, la necesidad de que los gobiernos adopten planteamientos prospectivos que integren los datos climáticos y la gestión de recursos en sus estrategias de preparación ante la sequía.
La región nordeste del Brasil, que históricamente se enfrenta a sequías frecuentes y severas, constituye un excelente ejemplo de los beneficios de las políticas proactivas de gestión de la sequía. Desde el ámbito de las políticas, la respuesta dada recientemente a la sequía se ha centrado en el desarrollo de sistemas integrales de gestión que comprendan sistemas de alerta temprana, incorporen prácticas sostenibles de gestión del agua y tengan en cuenta escenarios de cambio climático para fines de planificación de infraestructuras. También se ha reforzado la coordinación entre las diversas administraciones en los planos federal, estatal y local para propiciar respuestas oportunas y eficientes.
Del mismo modo, en los Estados Unidos, un enfoque proactivo ha contribuido a mitigar los efectos de una grave escasez de agua en el estado de Washington en 2024. En abril, cuando las reservas de agua cayeron por debajo del 75 % respecto a los niveles normales, el estado declaró la primera fase de la emergencia por sequía y desbloqueó fondos para adoptar medidas de alivio. Con esta intervención temprana, comunidades y entidades públicas pudieron acceder con antelación a financiación para paliar los efectos del episodio, lo que les dio tiempo para aplicar estrategias de mitigación como la búsqueda de vías alternativas de abastecimiento de agua y la preparación para una reducción del riego.
Temas de la conferencia
Los debates de la conferencia Resiliencia ante la Sequía +10 se centrarán en nueve temas, cada uno de los cuales abordará aspectos clave de la gestión de las sequías y pondrá en evidencia los principales retos y oportunidades para fomentar la resiliencia ante ese fenómeno en todo el mundo.
Se analizarán ejemplos nacionales y regionales para abordar, entre otros, los temas siguientes:
- Resiliencia ante la sequía y mecanismos mundiales
- Gobernanza del riesgo de sequía: retos regionales, nacionales y locales
- Pronóstico y monitoreo de la sequía y evaluación de sus efectos
- De las políticas a la acción
- Ecosistemas
- Inclusión social y justicia climática
- Financiación de la sequía
- Asociaciones entre los sectores público y privado y la sociedad civil
- Salud
Se celebrará una sesión de clausura de alto nivel cuyo tema será "Convertir en acción los retos de la resiliencia ante la sequía".
La declaración final de la conferencia incluirá recomendaciones para que los países aceleren sus medidas en pro de la resiliencia ante la sequía durante el próximo decenio. Se centrará en la aplicación de políticas, la inclusión de la resiliencia ante la sequía en los planes nacionales de preparación y las estrategias de adaptación. También procurará movilizar recursos en apoyo de los países vulnerables que se enfrentan a problemas relacionados con la sequía.
Los resultados de la conferencia orientarán las actividades de la comunidad mundial que trabaja en la esfera de la sequía, así como los debates de alto nivel de la CP 16 en la CNULD, que se celebrará en Riad en diciembre de 2024.
Notas a los editores
Visítese https://www.droughtmanagement.info/hmndp10/ para obtener más información sobre la conferencia.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es un organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de promover la cooperación internacional en ciencias atmosféricas y meteorología.
La OMM monitorea el tiempo, el clima y los recursos hídricos y brinda apoyo a sus Miembros en materia de pronóstico y mitigación de desastres. Con su labor, la Organización respalda firmemente el fomento de los conocimientos científicos, el refuerzo de la seguridad pública
y el aumento del bienestar.
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