Las temperaturas de la superficie del mar en la parte oriental y central del Pacífico tropical se mantienen en los niveles característicos de un episodio débil de La Niña, mientras que la mayoría de los indicadores atmosféricos reflejan ahora un inminente debilitamiento del fenómeno de La Niña. La mayoría de los modelos climáticos indican que es probable que esas condiciones características de La Niña evolucionen hacia condiciones neutras del fenómeno El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) a principios del segundo trimestre de 2018, mientras que es menos probable que durante ese trimestre continúen las condiciones características de La Niña. Si bien de algunos modelos se desprende que existe la posibilidad de que se registren condiciones más cálidas en el segundo semestre de 2018, esas predicciones a largo plazo de las condiciones del ENOS son inciertas, ya que se sabe que los pronósticos que abarcan el período de marzo a junio son menos fiables que los que se realizan en otros momentos del año. Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales seguirán supervisando de cerca la evolución del fenómeno ENOS en los próximos meses.
Desde principios de noviembre de 2017, en gran parte de la zona oriental y central del Pacífico tropical las temperaturas de la superficie del mar han alcanzado unos niveles característicos de La Niña, entre débiles y moderados, con temperaturas medias mensuales situadas entre 0,5 y 1,1 grados Celsius por debajo de la media del período 1981-2010. Hasta febrero de 2018, los principales indicadores atmosféricos también mostraron las características típicas de La Niña, entre ellas un aumento de las precipitaciones sobre el extremo occidental del Pacífico y una reducción de las lluvias cerca y al este de la línea internacional de cambio de fecha. Al mismo tiempo, se observó un recrudecimiento de los vientos alisios principalmente en la parte occidental del Pacífico tropical y una presión al nivel del mar más alta de lo normal en el Pacífico oriental y más baja de lo normal en la parte occidental.
No obstante, a partir de febrero, muchos de los indicadores atmosféricos de La Niña volvieron a unas condiciones neutras del ENOS. Por ejemplo, los vientos alisios inferiores intensos que se observaron desde noviembre hasta enero regresaron a un nivel de intensidad más cercano a lo normal, y las pautas del aumento de las precipitaciones en el continente marítimo y de la disminución de las lluvias cerca y al este de la línea internacional de cambio de fecha prácticamente desaparecieron. El decaimiento de las características atmosféricas típicas de La Niña se debió en parte a una fuerte actividad intraestacional durante febrero, aunque también al debilitamiento del fenómeno de La Niña.
Las temperaturas de las aguas profundas, desde el Pacífico central hacia el este y hasta varios cientos de metros bajo la superficie, se ubicaron moderadamente por debajo de la media desde septiembre de 2017 hasta comienzos de enero de 2018, aunque volvieron a acercarse a la media a fines de enero, a medida que las aguas con temperaturas superiores a la media en la parte occidental de la cuenca avanzaban hacia el este hasta una considerable distancia al este de la línea internacional de cambio de fecha. Las aguas profundas suelen dar indicios de cuáles van a ser las condiciones del ENOS en superficie y, junto con el reciente retorno de muchos índices atmosféricos a niveles neutros, indican que es posible que las temperaturas de la superficie del mar, que actualmente aún reflejan condiciones típicas de La Niña, vuelvan a condiciones neutras entre marzo y abril.
Según la mayoría de los modelos considerados, las temperaturas de la superficie del mar en la parte central y oriental del Pacífico tropical regresarán a unas condiciones neutras (entre 0,5 grados Celsius por debajo de lo normal y 0,5 grados por encima) en los próximos dos meses (marzo y abril). De acuerdo con un pequeño número de modelos las condiciones características de La Niña continuarán hasta el segundo trimestre de 2018. En cuanto al segundo semestre del año, muchos modelos pronostican condiciones neutras del ENOS, mientras que otros prevén que se registrarán niveles de El Niño entre más cálidos y débiles a partir del tercer o el cuarto trimestre. Sin embargo, el nivel de incertidumbre sobre las condiciones del ENOS después del segundo trimestre es considerable dado que, como es sabido, las predicciones cuyo plazo de antelación comprende el período de marzo a junio son relativamente menos fiables que las predicciones que no abarcan ese período difícil. Teniendo en cuenta estas predicciones y las opiniones de los expertos, la probabilidad de que regresen las condiciones neutras hacia fines del segundo trimestre de 2018 se sitúa entre el 75 % y el 80 %, mientras que la probabilidad de que se mantengan las condiciones características de La Niña hasta el tercer trimestre se ubica entre el 20 % y el 25 %. Durante el segundo semestre del año, si bien la probabilidad de que se forme un episodio de El Niño es ligeramente superior a la probabilidad climatológica, se considera que lo más probable es que continúen las condiciones neutras hasta fines de 2018.
Cabe señalar que El Niño y La Niña no son los únicos factores que condicionan las características climáticas a escala mundial, y que la intensidad del ENOS no se corresponde sistemáticamente con la de los efectos. Por lo que se refiere a la escala regional, las proyecciones estacionales deben tener en cuenta los efectos relativos tanto del estado del fenómeno El Niño/Oscilación del Sur como de otros condicionantes climáticos pertinentes a escala local. Por ejemplo, se sabe que la temperatura de la superficie del océano Índico, del sureste del Pacífico y del Atlántico tropical influye también en el clima de las zonas terrestres adyacentes. A escala regional y local puede encontrarse información aplicable en las predicciones climáticas estacionales regionales o nacionales, tales como las elaboradas por los Centros Regionales sobre el Clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los Foros Regionales sobre la Evolución Probable del Clima y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales.
En resumen:
- Las condiciones características de La Niña que se desarrollaron a fines de 2017 se mantuvieron en el primer trimestre de 2018, aunque durante febrero muchas de las principales condiciones atmosféricas se debilitaron hasta alcanzar niveles neutros y la temperatura subsuperficial del mar también volvió a unos valores neutros.
- Según las predicciones de los modelos y las opiniones de los expertos, existe entre un 75 % y un 80 % de posibilidades de que las condiciones características de La Niña regresen a unos valores neutros durante el segundo trimestre de 2018.
- En cuanto al segundo semestre de 2018, algunos modelos predicen que se formará un episodio débil de El Niño, aunque, teniendo en cuenta que las probabilidades previstas de que haya un episodio de El Niño son solo ligeramente superiores a la probabilidad climatológica y que las predicciones a largo plazo que se realizan en esta época del año presentan, en general, un elevado nivel de incertidumbre, lo más probable es que se mantengan las condiciones neutras.
Seguirá vigilándose atentamente la evolución del fenómeno ENOS. Durante los próximos meses, los expertos en predicción climática suministrarán periódicamente interpretaciones más detalladas de las variaciones climáticas a nivel regional, que difundirán los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales.
Los enlaces para acceder a los sitios web de esos Servicios figuran en la dirección siguiente:
https://public.wmo.int/en/about-us/members
Para más información relativa a los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM y enlaces sobre el particular, puede consultarse la siguiente dirección:
http://www.wmo.int/pages/prog/wcp/wcasp/RCCs.html
En la dirección siguiente pueden consultarse todos los boletines El Niño y La Niña hoy disponibles hasta la fecha (incluido este):
http://www.wmo.int/pages/prog/wcp/wcasp/enso_updates.html
Agradecimientos
El presente Boletín El Niño/La Niña hoy es el fruto de la colaboración entre la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI), de los Estados Unidos de América, y se basa en contribuciones aportadas por expertos del mundo entero de, entre otras, las siguientes instituciones: el Centro Africano de Aplicaciones Meteorológicas para el Desarrollo (ACMAD), el Servicio Estatal de Hidrometeorología y Vigilancia de Armenia (ARMSTATEHYDROMET), Centro Climático (APCC) del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), la Oficina de Meteorología de Australia (BoM), el Centro de las Cuencas de Captación Sostenibles de la Universidad del sur de Queensland (Australia), la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica (BMKG) de Indonesia, el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), la Administración Meteorológica de China (CMA), el Centro de Predicción Climática y el Centro de Aplicaciones del ENOS en el Pacífico (PEAC) de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos de América, el Proyecto sobre la variabilidad y predecibilidad del clima (CLIVAR) del Programa Mundial de Investigaciones Climáticas (PMIC), la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS), el Comité Multisectorial Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) del Perú, el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (CEPMMP), Météo-France, el Servicio Meteorológico de Fiji, el Centro de predicción y de aplicaciones climáticas de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) del Ecuador, el IRI, el Servicio Meteorológico del Japón (JMA), la Administración Meteorológica de Corea (KMA), el Servicio Meteorológico de Mauricio (MMS), el Servicio Meteorológico del Reino Unido (UKMO), el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) de los Estados Unidos, el Centro de Servicios Climáticos de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo (SADC), el Instituto de Agricultura de Tasmania (Australia) y la Universidad de Colorado (Estados Unidos).
Características del clima en el Pacífico
La labor de investigación realizada en los últimos decenios ha puesto de relieve la importante influencia que ejercen las interacciones entre la atmósfera y el océano en el cinturón tropical del océano Pacífico sobre las características del tiempo y del clima a escala mundial. Durante los episodios de El Niño, por ejemplo, la temperatura de la superficie del mar en las partes central y oriental del Pacífico tropical suele ser muy superior a la normal, mientras que, en esas mismas regiones, durante los episodios de La Niña la temperatura es inferior a la normal. Esas variaciones de temperatura pueden provocar fluctuaciones importantes del clima en el mundo entero y, una vez comenzadas, esas anomalías pueden durar un año, o incluso más. Así, el intenso episodio de El Niño de 1997/1998 fue seguido por un largo episodio anómalo de La Niña, que empezó hacia mediados de 1998 y terminó a principios de 2001. Aunque los episodios de El Niño o La Niña alteran la probabilidad de que se den determinadas características climáticas en el mundo entero, sus consecuencias nunca son exactamente idénticas. Además, aunque suele existir una relación entre la intensidad de un episodio de El Niño o La Niña y sus efectos a escala mundial, cualquier episodio puede tener repercusiones graves en determinadas regiones, independientemente de su intensidad.
Predicción y vigilancia de los fenómenos de El Niño y La Niña
La predicción de la evolución de las condiciones que prevalecen en el océano Pacífico se realiza de distintas maneras. Gracias a modelos dinámicos complejos se hacen proyecciones de la evolución del océano Pacífico tropical a partir de su estado actual. Por medio de modelos estadísticos de predicción también se pueden identificar algunos de los precursores de esa evolución. Los análisis de la situación actual que llevan a cabo los especialistas aportan un valor añadido, especialmente a la hora de interpretar las implicaciones de la evolución de la situación bajo la superficie del océano. Todos los métodos de predicción tratan de tener en cuenta los efectos de las interacciones del océano y de la atmósfera en el sistema climático.
Los datos meteorológicos y oceanográficos recopilados por los sistemas de observación nacionales e internacionales permiten vigilar y predecir los episodios de El Niño y La Niña. El intercambio y el proceso de esos datos se realizan en el marco de programas coordinados por la Organización Meteorológica Mundial.
Boletín El Niño/La Niña hoy de la Organización Meteorológica Mundial
El Boletín El Niño/La Niña hoy de la OMM se publica casi regularmente (aproximadamente una vez cada tres meses) gracias a la colaboración con el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI) y constituye una contribución a la labor del Equipo de Tareas Interinstitucional sobre Reducción de Desastres de las Naciones Unidas. El Boletín se basa en contribuciones aportadas por los centros principales de todo el mundo que se ocupan de la vigilancia y predicción de este fenómeno y en las interpretaciones coincidentes de los expertos de la OMM y el IRI.
Para más información sobre el Boletín y aspectos conexos, puede consultarse la siguiente dirección:
http://www.wmo.int/pages/prog/wcp/wcasp/wcasp_home_en.html