Traducción del Atlas internacional de nubes a los idiomas oficiales de las Naciones Unidas

08 de abril de 2020

El Atlas internacional de nubes, la referencia mundial para la identificación de nubes, ha sido traducido al árabe, chino, español, francés y ruso.

Ginebra, 9 de abril de 2020 — El Atlas internacional de nubes, la referencia mundial para la identificación de nubes, ha sido traducido al árabe, chino, español, francés y ruso.

La versión digital del Atlas está disponible en inglés desde 2017, y ha sustituido una publicación en papel que vio la luz por primera vez a finales del siglo XIX. El portal web en el que se encuentra el Atlas contiene cientos de imágenes de nubes y otros fenómenos —como el arcoíris, los halos, los remolinos de nieve o el pedrisco— enviadas por meteorólogos, fotógrafos y amantes de las nubes de todo el mundo.

“El Atlas internacional de nubes es la referencia autorizada y más exhaustiva para la identificación de nubes y otros fenómenos meteorológicos. Además de ser una publicación que goza de enorme popularidad entre los aficionados a las nubes, constituye una herramienta esencial para la formación de los profesionales que trabajan en servicios meteorológicos y en sectores como la aviación y el transporte marítimo”, afirmó Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

“La OMM se complace en presentar el Atlas en todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas. Ahora, muchos millones de personas amantes de la observación de las nubes pueden acceder al contenido de la publicación, incluso desde sus hogares mientras dure el confinamiento impuesto a raíz de la actual pandemia de la COVID-19”, explicó el señor Taalas.

“En un momento caracterizado por la limitación de los contactos sociales, el autoaislamiento y la alteración de las rutinas diarias, el Atlas internacional de nubes es una fuente autorizada de información para científicos, estudiantes y docentes”, señaló.

“Las nubes desempeñan una función primordial en los pronósticos y los avisos meteorológicos. Contribuyen al ciclo del agua y al conjunto del sistema climático. A lo largo de la historia, han inspirado a artistas, poetas, músicos, fotógrafos y un sinfín de otros amantes de las nubes”, apuntó el señor Taalas.

El Atlas internacional de nubes contiene imágenes, definiciones y explicaciones aceptadas y empleadas por los 193 Estados y Territorios Miembros de la Organización. El portal web agrupa todos los tipos de mediciones —entre otras, las observaciones de superficie, in situ y mediante teledetección más punteras, así como las observaciones espaciales— con objeto de ayudar a los observadores a entender las condiciones en las que se forman las nubes.

El Observatorio de Hong Kong se encarga de la administración del portal web, y MétéoSuisse ha contribuido financieramente a sufragar los costos de traducción de este importante proyecto. Se trata de una de las múltiples actividades organizadas para conmemorar el 70º aniversario de la OMM.

En la edición de 2017 del Atlas internacional de nubes se han añadido nuevas clasificaciones, por ejemplo, volutus, una nube en forma de rodillo; las nubes producidas por actividades humanas, como las estelas de condensación, esto es, las estelas de vapor que en ocasiones generan las aeronaves; y asperitas, una impresionante nube ondulada que ha cautivado a la población.

Clasificación de las nubes

El actual sistema internacional de clasificación de las nubes en latín se remonta a 1803, cuando el meteorólogo aficionado Luke Howard escribió el libro Essay on the Modifications of Clouds.

Existen diez géneros de nubes (clasificaciones básicas), que describen en qué parte del cielo se forman y su aspecto aproximado. En el nuevo Atlas internacional de nubes no se ha añadido ningún género nuevo.

Las nubes altas suelen formarse por encima de los 5 000 metros; las nubes medias acostumbran a formarse entre los 2 000 y los 7 000 metros; y las nubes bajas normalmente se forman a una altitud máxima de 2 000 metros.

La mayoría de los nombres de nubes contienen prefijos y sufijos latinos que, al combinarse, dan una indicación del tipo de nube. A continuación se enumeran algunos de ellos:

  • alto: nivel medio (aunque “altus” significa “alto” en latín);
  • cirrus/cirro: plumoso, fleco;
  • cumulus/cumulo: montón, colmo;
  • nimbus/nimbo: portador de lluvia;
  • stratus/strato: alargado, allanado y nivelado.

Los diez géneros se subdividen en especies, que describen la forma y la estructura interna de la nube, y en variedades, que describen su transparencia y disposición. En total hay unas 100 combinaciones.

Nuevas características actualizadas

En la edición de 2017 del Atlas internacional de nubes se han añadido nuevas especies: volutus o nube en forma de rodillo (del latín “volutus”, que significa “enrollado”), que se forma en los géneros altocumulus y stratocumulus. Describe una masa nubosa en forma de tubo horizontal, alargada y típicamente baja que a menudo parece enrollarse alrededor de un eje horizontal.

También se han añadido cinco nuevos rasgos complementarios:

asperitas: espectacular nube en forma de ondas descrita con el término latino que significa “rugosidad”;

cavum: orificio bien definido, generalmente de forma circular (aunque en ocasiones puede presentar una estructura lineal), que se forma en una capa nubosa delgada formada por gotitas de agua subfundida;

cauda: a menudo denominada “nube de cola”;

fluctus: popularmente conocida como “onda de Kelvin-Helmholz”;

murus: también denominada “nube de muro”.

Asimismo, se ha incorporado una nueva nube accesoria, flumen. Conocida habitualmente como “cola de castor”, se asocia a las tormentas convectivas de fuerte intensidad fruto de supercélulas.

En la edición de 2017 del Atlas internacional de nubes también se proponen cinco nuevas “nubes especiales”: cataractagenitus, flammagenitus, homogenitus, silvagenitus y homomutatus. El sufijo “genitus” indica que hay factores localizados que conllevan la formación o el crecimiento de nubes, mientras que “mutatus” se añade cuando esos factores hacen que la nube mute a una forma distinta.

Esas nubes especiales están influenciadas por las grandes cascadas, por el calor localizado de los incendios forestales, por la saturación del aire situado encima de los bosques y por el ser humano. Así, el ejemplo más común de la especie homogenitus son las estelas de condensación que a menudo pueden verse tras el paso de las aeronaves.

Para más información, diríjase a: Clare Nullis, agregada de prensa. Correo electrónico: cnullis@wmo.int. Teléfono móvil: +41 79 709 13 97