El Congreso de la Organización Meteorológica Mundial respalda un nuevo plan de participación de los sectores público y privado

14 de junio de 2019

El Congreso, órgano rector de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha aprobado una declaración histórica sobre el fortalecimiento de los vínculos entre los sectores público y privado y el ámbito académico para que los países puedan hacer frente de forma más adecuada a los riesgos que plantean los fenómenos extremos relacionados con el tiempo, el clima o el agua o el medioambiente.

El Congreso, órgano rector de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha aprobado una declaración histórica sobre el fortalecimiento de los vínculos entre los sectores público y privado y el ámbito académico para que los países puedan hacer frente de forma más adecuada a los riesgos que plantean los fenómenos extremos relacionados con el tiempo, el clima o el agua o el medioambiente.

“Con esa declaración se pretende claramente llamar la atención de los gobiernos hacia la importancia de la eficaz contribución que las instituciones académicas y las entidades del sector privado pueden aportar al bienestar de los Miembros de la OMM y de los ciudadanos a los que prestamos servicios. Velamos por facilitarles los mejores y más eficaces servicios, pronósticos y avisos”, manifestó el señor David Grimes, Presidente de la OMM.

“En el contexto del cambio climático y del creciente número de fenómenos extremos que se está dando en todo el mundo, si las capacidades del sector privado se suman a las de los Miembros, trabajando como asociados pueden estar en mejores condiciones de garantizar el suministro de avisos de alerta temprana y de facilitar la forma de abordar la cuestión del riesgo climático y la resiliencia al clima”, añadió.

El 12 de junio el Congreso Meteorológico Mundial, que agrupa a los 193 Estados y Territorios Miembros de la OMM, aprobó la “Declaración de Ginebra – 2019: Construcción de una comunidad de acción en el ámbito del tiempo, el clima y el agua”.

Si bien los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) son el pilar en el que reposan la infraestructura de observación y la recopilación, el análisis y el suministro de datos −hecho que pone de relieve la Declaración de Ginebra−, el papel del sector privado está cobrando mayor relevancia rápidamente. Las empresas, en sectores que van desde el transporte a la agricultura, no son solo consumidores de datos esenciales para su funcionamiento, sino que cada vez cobra mayor importancia su función como proveedores de información, que acomodan para facilitarla al sector público, las empresas y la sociedad en general.

En la Declaración de Ginebra se subraya “la necesidad de fortalecer toda la cadena de valor de los servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos −desde la adquisición y el intercambio de observaciones e información hasta la prestación de servicios, pasando por las actividades de proceso de datos y de predicción−, con el fin de satisfacer las crecientes necesidades sociales”, y se señala “la evolución de la capacidad del sector privado y su creciente participación en el fortalecimiento de todos los vínculos de la cadena de valor y la aceleración de la innovación”.

Se indica también que “cada vez son más las oportunidades para utilizar información y servicios meteorológicos, climatológicos, hidrológicos y medioambientales conexos con objeto de fundamentar la adopción de decisiones de importancia decisiva, y que ello puede propiciar una mayor resiliencia social y estructural, así como el desarrollo económico sostenible”.

Además, en ella se encuadra claramente la labor de la OMM y de sus Miembros en el contexto de los acuerdos internacionales adoptados en 2015, que orientan las políticas mundiales: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo núcleo lo constituyen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el cambio climático y el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres.

“Las asociaciones inclusivas entre los sectores público, privado, académico y la sociedad civil, a nivel mundial, regional, nacional y local, redundarán en beneficio de la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible”, se dice en la Declaración de Ginebra.

En ella se subraya que, para garantizar que esas asociaciones funcionen sin tropiezos, son importantes la contribución colectiva; el respeto de los valores comunes; la promoción de la sostenibilidad de la infraestructura mundial; el intercambio libre y sin restricciones de datos a escala internacional; la reducción de las carencias de los países en desarrollo; el fomento y la concertación de arreglos justos y transparentes y su mantenimiento en vigor, por ejemplo en lo que se refiere al acceso a datos comerciales; y el respeto al derecho soberano de los Miembros de decidir la forma en que organizan y prestan los servicios meteorológicos, hidrológicos y climáticos.

Para alcanzar los fines de la Declaración, en ella se hace un llamamiento a los gobiernos para que tomen una serie de medidas, como son: propiciar un diálogo estructurado entre los sectores público, privado y académico a escala nacional e internacional; salvaguardar y fortalecer la voz autorizada de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales; tratar de concertar arreglos institucionales y legislativos adecuados que permitan establecer asociaciones transectoriales eficaces; propiciar que todas las partes interesadas adopten las normas y las orientaciones de la OMM con el fin de aumentar la interoperabilidad y la calidad de los datos y los productos; y lograr la participación de la sociedad civil para poder llegar a las comunidades y los ciudadanos, en particular para mejorar la comprensión por parte del público y la respuesta a los avisos de peligros naturales.

“La Declaración de Ginebra constituye un hito para la OMM porque supone el reconocimiento de que todos nos encontramos en las mismas circunstancias, no se va a dejar a nadie atrás y de que, de cara al futuro, las capacidades y las contribuciones que aportará específicamente esta comunidad ajena a los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales supondrá una verdadera influencia positiva para los ciudadanos de todo el mundo”, manifestó el señor Grimes.

El Congreso de la OMM se celebra cada cuatro años y en sus reuniones se adoptan decisiones sobre la estrategia, las políticas, las normas y el presupuesto y en cuanto a los titulares de cargos de la Organización. En la reunión de este año, que tiene lugar del 3 al 14 de junio, se está debatiendo una amplia reforma de la estructuras de gobernanza de la OMM que permita abordar los riesgos más importantes y hacer frente a los retos de un mundo sujeto a una vertiginosa transformación.

En la primera semana del Congreso, la OMM lanzó también  su Plataforma de Consulta Abierta, que sirva como mecanismo para alcanzar las ambiciones de la Declaración de Ginebra por medio de un diálogo franco y constructivo entre los sectores público y privado y el ámbito académico.

Notas a los editores

El Congreso, órgano rector de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha aprobado una declaración histórica sobre el fortalecimiento de los vínculos entre los sectores público y privado y el ámbito académico para que los países puedan hacer frente de forma más adecuada a los riesgos que plantean los fenómenos extremos relacionados con el tiempo, el clima o el agua o el medioambiente.

“Con esa declaración se pretende claramente llamar la atención de los gobiernos hacia la importancia de la eficaz contribución que las instituciones académicas y las entidades del sector privado pueden aportar al bienestar de los Miembros de la OMM y de los ciudadanos a los que prestamos servicios. Velamos por facilitarles los mejores y más eficaces servicios, pronósticos y avisos”, manifestó el señor David Grimes, Presidente de la OMM.

“En el contexto del cambio climático y del creciente número de fenómenos extremos que se está dando en todo el mundo, si las capacidades del sector privado se suman a las de los Miembros, trabajando como asociados pueden estar en mejores condiciones de garantizar el suministro de avisos de alerta temprana y de facilitar la forma de abordar la cuestión del riesgo climático y la resiliencia al clima”, añadió.

El 12 de junio el Congreso Meteorológico Mundial, que agrupa a los 193 Estados y Territorios Miembros de la OMM, aprobó la “Declaración de Ginebra – 2019: Construcción de una comunidad de acción en el ámbito del tiempo, el clima y el agua”.

Si bien los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) son el pilar en el que reposan la infraestructura de observación y la recopilación, el análisis y el suministro de datos −hecho que pone de relieve la Declaración de Ginebra−, el papel del sector privado está cobrando mayor relevancia rápidamente. Las empresas, en sectores que van desde el transporte a la agricultura, no son solo consumidores de datos esenciales para su funcionamiento, sino que cada vez cobra mayor importancia su función como proveedores de información, que acomodan para facilitarla al sector público, las empresas y la sociedad en general.

En la Declaración de Ginebra se subraya “la necesidad de fortalecer toda la cadena de valor de los servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos −desde la adquisición y el intercambio de observaciones e información hasta la prestación de servicios, pasando por las actividades de proceso de datos y de predicción−, con el fin de satisfacer las crecientes necesidades sociales”, y se señala “la evolución de la capacidad del sector privado y su creciente participación en el fortalecimiento de todos los vínculos de la cadena de valor y la aceleración de la innovación”.

Se indica también que “cada vez son más las oportunidades para utilizar información y servicios meteorológicos, climatológicos, hidrológicos y medioambientales conexos con objeto de fundamentar la adopción de decisiones de importancia decisiva, y que ello puede propiciar una mayor resiliencia social y estructural, así como el desarrollo económico sostenible”.

Además, en ella se encuadra claramente la labor de la OMM y de sus Miembros en el contexto de los acuerdos internacionales adoptados en 2015, que orientan las políticas mundiales: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo núcleo lo constituyen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el cambio climático y el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres.

“Las asociaciones inclusivas entre los sectores público, privado, académico y la sociedad civil, a nivel mundial, regional, nacional y local, redundarán en beneficio de la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible”, se dice en la Declaración de Ginebra.

En ella se subraya que, para garantizar que esas asociaciones funcionen sin tropiezos, son importantes la contribución colectiva; el respeto de los valores comunes; la promoción de la sostenibilidad de la infraestructura mundial; el intercambio libre y sin restricciones de datos a escala internacional; la reducción de las carencias de los países en desarrollo; el fomento y la concertación de arreglos justos y transparentes y su mantenimiento en vigor, por ejemplo en lo que se refiere al acceso a datos comerciales; y el respeto al derecho soberano de los Miembros de decidir la forma en que organizan y prestan los servicios meteorológicos, hidrológicos y climáticos.

Para alcanzar los fines de la Declaración, en ella se hace un llamamiento a los gobiernos para que tomen una serie de medidas, como son: propiciar un diálogo estructurado entre los sectores público, privado y académico a escala nacional e internacional; salvaguardar y fortalecer la voz autorizada de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales; tratar de concertar arreglos institucionales y legislativos adecuados que permitan establecer asociaciones transectoriales eficaces; propiciar que todas las partes interesadas adopten las normas y las orientaciones de la OMM con el fin de aumentar la interoperabilidad y la calidad de los datos y los productos; y lograr la participación de la sociedad civil para poder llegar a las comunidades y los ciudadanos, en particular para mejorar la comprensión por parte del público y la respuesta a los avisos de peligros naturales.

“La Declaración de Ginebra constituye un hito para la OMM porque supone el reconocimiento de que todos nos encontramos en las mismas circunstancias, no se va a dejar a nadie atrás y de que, de cara al futuro, las capacidades y las contribuciones que aportará específicamente esta comunidad ajena a los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales supondrá una verdadera influencia positiva para los ciudadanos de todo el mundo”, manifestó el señor Grimes.

El Congreso de la OMM se celebra cada cuatro años y en sus reuniones se adoptan decisiones sobre la estrategia, las políticas, las normas y el presupuesto y en cuanto a los titulares de cargos de la Organización. En la reunión de este año, que tiene lugar del 3 al 14 de junio, se está debatiendo una amplia reforma de la estructuras de gobernanza de la OMM que permita abordar los riesgos más importantes y hacer frente a los retos de un mundo sujeto a una vertiginosa transformación.

En la primera semana del Congreso, la OMM lanzó también  su Plataforma de Consulta Abierta, que sirva como mecanismo para alcanzar las ambiciones de la Declaración de Ginebra por medio de un diálogo franco y constructivo entre los sectores público y privado y el ámbito académico.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es un organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de promover la cooperación internacional en ciencias atmosféricas y meteorología.

La OMM monitorea el tiempo, el clima y los recursos hídricos y brinda apoyo a sus Miembros en materia de pronóstico y mitigación de desastres. Con su labor, la Organización respalda firmemente el fomento de los conocimientos científicos, el refuerzo de la seguridad pública 
y el aumento del bienestar.

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