La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha concedido su más prestigioso galardón al señor Gordon McBean (Canadá) por su destacada labor en el ámbito de la meteorología y la climatología y por su prominente papel como investigador científico. El señor McBean es actualmente presidente del Consejo Internacional para la Ciencia (CIUC).
El Premio de la Organización Meteorológica Internacional (OMI) es el equivalente del Premio Nobel para la meteorología. Este Premio, creado en 1995 y que lleva el nombre de la OMI, institución predecesora de la OMM, lo entrega el Consejo Ejecutivo una vez por año.
“El doctor McBean es un científico reputado y merecedor en grado sumo de nuestro más prestigioso premio. Desde hace más de 50 años trabaja en los ámbitos de la meteorología, las ciencias atmosféricas y la climatología, así como del cambio climático”, declaró el Presidente de la OMM, señor David Grimes.
“Desde los primeros años de su carrera como pronosticador meteorológico y científico investigador en el Ministerio de Transporte y el Ministerio del Medio Ambiente del Canadá, ha sabido capitalizar sus logros en la investigación, entre los que destacan sus importantes descubrimientos relativos a la capa límite atmosférica y a las tormentas oceánicas; ha sido un referente en el mundo científico y dirigido comités nacionales e internacionales, y ha innovado en la esfera de la ciencia interdisciplinaria, específicamente en la reducción de riesgos de desastre y la adaptación al cambio climático, y en lo que se refiere a sus efectos conexos en la sociedad”, añadió el señor Grimes.
Con ocasión de la ceremonia de entrega de premios, el señor McBean dictó una ponencia científica sobre la predicción medioambiental integrada y la agenda mundial 2030.
En ella destacó cómo la ciencia y la tecnología son un puntal para el desarrollo sostenible, la reducción de riesgos de desastre, y la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. El número de desastres provocado por las crecidas y tormentas va en aumento, y a ello contribuye de manera importante el cambio climático. El científico dijo también que, debido a que los peligros están cada vez más interconectados, es necesario adoptar un enfoque integrado que reúna a los científicos físicos y sociales, los ingenieros, los economistas, los expertos en la salud y muchos otros profesionales.
“Necesitamos información y evaluaciones integradas para hacer frente a una combinación de riesgos y reducir los efectos de esos fenómenos”, añadió.
“Necesitamos modelos científicos y predicciones sin discontinuidad en todas las escalas temporales, desde las escalas climáticas inmediatas a las decenales y seculares, y para todos los ámbitos”, sostuvo el señor McBean en su ponencia.
Dijo además que “ampliar las predicciones meteorológicas para abarcar, no solo el tiempo, sino también las crecidas, los océanos y el hielo, el smog y otros elementos que puedan predecirse, y aplicar la predicción de escalas temporales más prolongadas al clima, los océanos, la criosfera, los ecosistemas terrestres y el conjunto del medioambiente, supone el uso de recursos compartidos, lo cual conlleva beneficios mutuos”.
El señor McBean ha abanderado iniciativas mundiales para concienciar sobre los efectos del cambio climático. Entre 1988 y 1994 presidió el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas. Asimismo, desempeñó un papel decisivo en la creación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y en 1997 fue uno de los galardonados con el Premio Nobel de la Paz por su contribución al IPCC.
En calidad de Viceministro Adjunto del Ministerio del Medio Ambiente del Canadá, fue miembro del Consejo Ejecutivo de la OMM de 1994 a 2000. Durante su mandato como jefe del Servicio Meteorológico del Canadá promovió la transición de los pronósticos meteorológicos, hidrológicos y climáticos a las predicciones medioambientales.
Tras la tragedia provocada por el tsunami que azotó el océano Índico en 2004, presidió el comité de evaluación y planificación que dio lugar al establecimiento del Programa de Investigación Integrada sobre los Riesgos de Desastre.
Más recientemente, ha llevado a cabo una labor interdisciplinaria centrada en abordar los retos de la investigación integrada sobre las condiciones meteorológicas y climáticas relacionadas con los riesgos de desastre, y en estudiar las relaciones entre los fenómenos climáticos extremos y el derecho a la vivienda en comunidades de África. También ha finalizado un estudio quinquenal sobre ciudades costeras en situación de riesgo a causa del tiempo, el clima y las inundaciones, con equipos en Bangkok, Manila, Lagos y Vancouver, concebido para elaborar modelos de resiliencia urbana.
Su contribución a la fusión del Consejo Internacional para la Ciencia con el Consejo Internacional de Ciencias Sociales, que a partir del 4 de julio de 2018 pasarán a ser el Consejo Internacional para la Ciencia, pone de manifiesto su firme creencia en la importancia de los enfoques interdisciplinarios y la integración de las ciencias sociales y físicas.
Ha publicado artículos en 72 revistas revisadas por homólogos y ha aportado su contribución a 42 libros y 65 publicaciones de diversos tipos.
El señor McBean afirmó que, gracias a los enfoques integrados y multidisciplinarios, la sociedad podría “concebir el futuro como una cuestión de ética y equidad intergeneracionales e internacionales y abordar la Agenda 2030 a nivel mundial en consecuencia”.
“Tenemos que hacerlo por los hijos y nietos de toda la humanidad. Para velar por ellos, la ciencia debe ser la base en la que cimentar nuestra labor, y como científicos debemos trabajar juntos para ayudar al mundo. Debemos avanzar juntos y dejar de lado los discursos para hacer frente al tsunami que se avecina”, dijo el señor McBean.